La psicología detrás del duelo.

Durante el trayecto de vida de toda persona es inevitable pasar por situaciones de pérdida de un ser querido u objeto, valor que involucra un vínculo afectivo, a unas personas les afecta con mayor intensidad que a otras pero el proceso es similar; en este sentido, hablamos del duelo como el proceso de adaptación que tenemos los seres humanos ante una pérdida de esta índole.

Este proceso puede ser muy doloroso e implicar mucho tiempo lleno de emociones negativas, pero puede ser útil para el crecimiento personal y el aprendizaje. A medida que se da lugar en nuestra mente podemos necesitar de apoyo, en ciertos casos con el apoyo familiar o social es suficiente, en otros es necesario el apoyo de un profesional de la salud mental. Es necesario aclarar que el duelo no es una enfermedad, sino un estado natural y momentáneo en la vida. Es importante tambien reconocer que los síntomas del duelo tienen diferencias con los síntomas depresivos en cuanto a detalles y duración antes de un diagnóstico temprano.

Componentes del duelo

El duelo se conforma de 3 componentes: “(a) una reacción universal ante la pérdida, en el sentido de que constituye una faceta que aparece en todas las culturas, aun cuando sus manifestaciones puedan ser muy diferentes. (b) Produce sufrimiento, el cual puede encontrarse asociado, tanto a comportamientos activos de malestar como a comportamientos pasivos de tipo depresivo. (c) Puede afectar negativamente a la salud de la persona que lo experimenta.” (1)

El duelo visto desde una perspectiva biológica

Se trata de una respuesta de tipo fisiológico y emocional ante una perdida en donde al igual que en situaciones estresantes se sufre una alteración a nivel de los ritmos biológicos. También el sistema inmune puede verse afectado durante el duelo, puesto que disminuye la proliferación de leucocitos y se deteriora el funcionamiento de las células asesinas naturales, lo que explica el alto índice de mortalidad de viudos en un periodo próximo al fallecimiento de su cónyuge en comparación a la población general. (2)

Se han evidenciado de igual manera complejas interacciones psico-neuro-endocrino-inmunitarias, con alteración del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal. (3)

Algunas alteraciones fisiológicas que se presentan durante este proceso son: vacío en el estómago, opresión en el pecho, opresión en la garganta, hipersensibilidad al ruido, despersonalización, falta de energía, sequedad de boca, entre otras. (4)

Duelo anticipatorio

El duelo anticipatorio es aquel que aparece antes de la pérdida, pues se concibe a esta como inevitable y así mismo este duelo termina cuando se da la pérdida, independientemente de los efectos que vengan después.

A diferencia del duelo normal cuya intensidad disminuye con el tiempo, el duelo anticipatorio puede aumentar o disminuir cuando la perdida es inminente. En algunos casos cuando la espera es muy prolongada este duelo puede extinguirse y la persona puede dar pocas manifestaciones agudas del duelo cuando la pérdida se produce. (2)

Fases de un duelo normal

Es importante aclarar que como indican Bellver et al (4), en función del autor a quien uno refiera o el modelo teórico desde el cual se trabaje se hablara de distintas etapas o fases de este proceso.

A continuación, se nombran algunas etapas del duelo según diferentes autores:

Figura 1. Fases o etapas del duelo según varios autores. (4)

De acuerdo con Flórez (2), existen 3 fases fundamentales del duelo:

  • La fase de “shock” que se presenta a modo de aturdimiento, perplejidad, nudo en la garganta, suspiros, vacío en el estómago, sentido de irrealidad, negación y desconfianza.
  • La fase de preocupación que se presenta con rabia, tristeza, insomnio, anorexia, debilidad, agotamiento, culpabilidad, sueños,  pensamientos sobre la persona perdida, anhedonia e introversión
  • La fase de resolución en donde la persona ya es capaz de recordar el pasado con placer, vuelve a recuperar el interés en otras actividades y establece nuevas relaciones.

Variables que afectan en el duelo

Existen variables que pueden tener ciertos efectos en el transcurso del duelo, tales son:

  • Variables antropológicas: Hay pérdidas que pueden tener mayor impacto en las personas desencadenando duelos de gran complejidad, como puede ser el fallecimiento de una madre o el fallecimiento de una persona muy joven (en contra de la secuencia de la vida). Además, puede ser más compleja la elaboración de un duelo por parte de un niño o un adulto mayor debido a la menor capacidad de los sistemas de contención intrapersonales o psicosociales.
  • Variables en relación a las circunstancias de la pérdida: El duelo puede ser más complejo en duelos donde no se ha visto el cuerpo del fallecido o el fallecimiento fue extremadamente trágico. También la forma de recibir la noticia, las pérdidas imprevistas o prematuras pueden causar un proceso de duelo complicado.
  • Variables psicosociales: las condiciones de vida de la persona pueden dificultar el duelo, es así que un estilo de vida precaria, aislamiento social, prácticas sociales desorganizadas, problemas sanitarios, entre otras cosas afectan negativamente en este proceso.
  • Variables intrapersonales: Durante el proceso del duelo es esencial la mediación de quien lo vive, su personalidad y el vínculo que la persona tuvo con la persona que ha perdido pueden ser variables que dificulten este proceso como es en el caso de relaciones ambivalentes o de dependencia con la persona perdida. (4)

¿Qué dicen las teorías psicológicas sobre el duelo?

Existen varios modelos teóricos psicológicos que conservan cierta perspectiva sobre el duelo, algunos de ellos datan:

  • Teoría psicodinámica: El duelo es concebido como un proceso normal que no requiere intervención, en donde se retira la libido invertida en el objeto perdido para posteriormente reinventarlo en otro objeto saludable. Durante este proceso existe un gran autorreproche o culpabilidad.
  • Teoría del apego de Bowlby: Toma en cuenta el desarrollo instintivo y natural del vínculo que se da en varias especies a través del apego, mismo que al verse amenazado provoca reacciones emocionales intensas. En este sentido el duelo se explica como la ruptura del vínculo.
  • Teoría cognitiva: Defiende el hecho de que los pensamientos son los responsables de la conducta y la emoción humana, de tal modo que los problemas emocionales surgen por una interpretación errada de la realidad. De esta manera la resolución del duelo solo se dará al reconstruir el significado de la perdida.
  • Teoría humanista: El duelo es un proceso que surge tras una vivencia difícil o suceso traumático como la pérdida de un ser querido y puede conducir a la persona a una transformación profunda. En esta teoría 3l duelo se desarrolla a lo largo del tiempo como una experiencia de aprendizaje que resulta en cambios a la propia identidad.
  • Teoría del estrés: Destaca la importancia del duelo como un factor estresor y la necesidad de los recursos personales para hacerle frente, debido a las alteraciones que este proceso tiene en el sistema inmunitario. Subraya la necesidad de estudiar dichas alteraciones en los procesos biológicos naturales.

En esta línea podemos apreciar las diferentes perspectivas teóricas que se tienen respecto al duelo y como este puede ser trabajado de distintas maneras. (5)

Entre lo normal y lo patológico

Es importante diferenciar un proceso de duelo normal de un proceso de duelo patológico o un episodio depresivo mayor, tomando en cuenta esto es importante destacar síntomas que no caerían dentro de un proceso normal de duelo:

  • La culpa por las cosas, más que por las acciones, recibidas o no recibidas por el superviviente en el momento de morir la persona querida.
  • Pensamientos de muerte más que voluntad de vivir, con el sentimiento de que el superviviente debería haber muerto con la persona fallecida.
  • Preocupación mórbida con sentimiento de inutilidad.
  • Enlentecimiento psicomotor acusado.
  • Deterioro funcional acusado y prolongado.
  • Experiencias alucinatorias distintas de las de escuchar la voz o ver la imagen fugaz de la persona fallecida.

Es importante destacar que existen criterios subjetivos y factores que pueden hacer que un proceso de duelo parezca más complejo de lo normal, por ello se debe considerar la duración (mayor a 6 meses se complica), las sensaciones y conductas intensas (que afecten al ritmo de vida, vínculos y actividades de la persona), el estrés psíquico por el duelo (afectando la identidad o bienestar personal) y el deterioro que el proceso de duelo puede dejar. En caso de que un duelo cumpla con varias de estos criterios y afecte notoriamente a la vida de la persona, lo mejor es visitar a un profesional de la salud mental. (4)

Para finalizar, es importante dejar en claro la importancia de conocer el trasfondo de algo tan natural como lo es un proceso de duelo, para ser capaces de identificarlo en esos momentos difíciles de la vida y sobrellevar la situación de la mejor manera ya sea para nuestro bienestar o el de nuestros seres queridos, sabiendo que el duelo puede ser entendido desde diferentes aspectos y afectar a las personas de distinta manera aunque sea un proceso universal que todos han vivido o vivirán en algún punto de la vida.

Autor:

Daniel González

Referencia bibliográfica

  1. Bayés R. Psicología del sufrimiento y de la muerte. Barcelona: Martínez Roca, 2001.
  2. Flórez SD. Duelo. Navarra: Anales del sistema sanitario de Navarra, 2002.
  3. Tizón García J. El duelo y las experiencias de pérdida. Madrid: Vázquez Barquero, 1998.
  4. Bellver A, Gil-juliá B., & Ballester R. Duelo: evaluación, diagnóstico y tratamiento. Valencia: PSICOONCOLOGÍA, 2008.
  5. Llácer LA, Campos MR, Martín PB, & Marín MP. Modelos psicológicos del duelo: una revisión teórica. Flores: calidad de vida y salud, 2019.

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