La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la crisis financiera que existe actualmente a nivel mundial, valorando la gravedad de los problemas que afrontan los dirigentes del G20 y sus asociados en los gobiernos del mundo entero, sin embargo, mencionan que «no está claro aún lo que la actual crisis financiera significará para las economías de ingresos bajos y emergentes, pero muchas predicciones son particularmente pesimistas.»
La salud es una preocupación mundial. Es una inversión vital en el desarrollo económico y la disminución de la pobreza. Es un elemento central de la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. El acceso a la atención de salud es un derecho fundamental y una responsabilidad de los gobiernos del mundo entero. Disminuir la exclusión, ampliar las prestaciones universales y proteger a la población frente al empobrecimiento son elementos comunes de un número cada vez mayor de políticas nacionales de salud.
Manejar las expectativas y contener la espiral de los costos de la atención de salud son aspectos decisivos para asegurar la solvencia de muchas economías del mundo industrializado. Mantener la integridad de los sistemas que nos protegen de las amenazas transfronterizas, que detectan los brotes epidémicos, las pandemias y las enfermedades emergentes, y les dan respuesta, interesa a todas las naciones.
La OMS menciona que el impacto será distinto en cada país, pero existe un consenso cada vez más amplio acerca de lo que habrá que hacer para sostener los niveles de salud. En algunos países, se brindan algunos estímulos económicos que apuntan directamente a la salud de la población . La ayuda prestada a los planes de microfinanciación también propicia que los niños vayan a la escuela y la mujer se emancipe, y multiplica las perspectivas a largo plazo de sus familias en materia de salud.
En Ecuador, el año 2011, el presupuesto asignado al sector salud para cada ecuatoriano fue de USD 9666, valor que se ha multiplicado más de diez veces desde el año 2000, que fue de USD 9.39. La asignación en salud per cápita refleja crecimientos acentuados entre los períodos 2007 – 2008 y 2009 – 2011, coincidentes con el crecimiento de ingresos presupuestarios. En el periodo 2000 – 2005 se registró un incremento de 1093.487 consultas preventivas, mientras que entre el 2008 – 2011, el aumento de consultas preventivas fue de 2345.081, es decir, en los últimos tres años del periodo analizado, el número de atenciones preventivas se incrementó en más del doble en comparación a los primeros cinco años del Siglo XXI. Estas estadísticas hacen énfasis de la gestión del Ministerio de Salud Pública en “prevenir” en lugar de “curar” que es parte del nuevo modelo de atención.
Conclusiones
Las evidencias demuestran que con la mercantilización de la salud, en el marco de políticas conservadoras y neoliberales, lejos de mejorar calidad y universalidad de los resultados del sector, se han deteriorado muchos de los indicadores, sobre todo, en detrimento de las capas más pobres de la población. Las grandes corporaciones y los conglomerados económicos que dominan la actividad de la salud no han logrado reducir los costos ni crear coberturas de servicios suficientes, menos aún han producido un mejor acceso a los servicios o mejores niveles de atención a la población.
Las políticas públicas en proceso de implementación deberán contribuir a mejorar la situación de salud. De hecho, las estadísticas de salud actuales auguran cambios importantes para bien en este camino. Sin embargo, en la actualidad la salud se ha visto gravemente afectada.