Pulso cumple 51 años. Un aniversario de regreso, un retorno renovado, distinto pero con la misma esencia.
Parece que fue ayer cuando conversamos con grupo de destacados estudiantes de Medicina, quienes con entereza y fortaleza tomaban la decisión de devolver Pulso a la vida universitaria.
Pulso, el órgano de difusión de la AEM (Asociación Escuela de Medicina) como se llamó por décadas; estaba de vuelta, parecía un sueño distante que hoy es una grata realidad.

Un fraterno y cálido saludo al nuevo equipo de Pulso, que resurge en estos momentos que como dice H. Rosa: “Vivimos una desaceleración global… un gran freno pisa la rueda de la sociedad” Jóvenes, Ustedes tienen mucho que decir, que compartir, que criticar, que proponer; vuelve Pulso como medio de encuentro, de expresión, de sentir, de emoción, de intelecto; la memoria escrita de la carrera desde los estudiantes.
1969 fue año inolvidable, en julio el hombre pisaría la luna, medio millón de personas acamparon en Woodstock, Nueva York para cuatro días de rock and roll; el mundo protestaba por la invasión estadounidense a Vietnam; en Francia se llevaban las pruebas del Concord (un avión supersónico); los Beatles causaban furor donde iban. En Ecuador el Presidente era José María Velasco Ibarra, su tercera presidencia, a la postre la única que terminaría; Ricardo Muñoz del partido conservador como no podía ser de otra manera, en ese año, era el Alcalde de Cuenca.
1 de abril de 1969, Ernesto Cañizares, Gustavo Vega y Hugo Calle, estudiantes de segundo año de Medicina deciden incursionar en el periodismo estudiantil, tres excelentes académicos, uno de ellos caricaturista, con el aval de la AEM lanzan el número 1, sin saber realmente la dimensión y el alcance de sus esfuerzos.
Conspiraron algunos factores, en la calle Bolívar, frente a la Iglesia del Cenáculo, en una propiedad colonial, de esas con patio, traspatio y huerta perteneciente a la familia Cañizares, con ese calor de la Cuenca de los 60 y 70, con ese aroma a tradición, reposaba un viejo mimeógrafo de matrices, para plasmar la creatividad y rebeldía de ese triunvirato convertido en el primer consejo editorial.
El primer número impreso a “pulso” valga la redundancia, repujado con punzón para lograr la mejor caricatura, fue un homenaje al Decano que dejaba su sillón, el Dr. Miguel Márquez, quien se posesionaba en la secretaría de la Asociación de Facultades y Escuelas de Medicina del Ecuador (AFEME), un visionario convencido, defensor y promotor de la salud rural, para llevar a los pobres y marginados una medicina científica y comprometida.
El nombre estuvo en debate entre varias opciones, llegando a las finales Pulso y Bisturí, salomónicamente Pulso quedó como el nombre oficial del periódico y Bisturí se transformó en Cortes por Bisturí, la infaltable caricatura. Cabe anotar para la historia que el Dr. Guillermo Moreno Peña, era el Señor Decano de la Facultad cuencana ubicada en las afueras de la ciudad, pasando el río Tomebamba, en la Avenida 12 de Abril, cerca del Hospital de la ciudad, el San Vicente de Paúl (hoy Museo Universitario), el Presidente de la Asociación Escuela de Medicina (AEM) era Byron Zambrano.
Pulso se ha levantado como un ave fénix de lustros de olvido, un Pulso de siglo XXI, con el reto de seguir siendo fresco y reflexivo, ameno y crítico, cálido y sensible; Pulso para responder y preguntar, para caminar y acompañar en el camino, para brillar en la oscuridad.
Un pulso necesario en estos tiempos postmodernos, para participar en el diseño y empuje de la construcción de una nueva sociedad.
J. Derridá se refiere al primado de la razón, pero a veces esa razón instrumental es excluyente y rechaza lo que no se ajusta a sus argumentos; y Pulso tiene el reto de ser racional-científico y a la vez sensible a los otros saberes, a las experiencias, a la trayectoria de vida; en un mundo cada vez menos fijo, con cambios abruptos, con crisis y oportunidades. Un pulso incluyente e integrador de la diversidad en Medicina.
Un saludo y un abrazo, los mejores éxitos compañeros y amigos, su pasión y su creatividad es ilimitada; adelante, no claudiquen; avancemos sin prisas y sin pausas.
Mis mejores energías sean con Ustedes.
Hasta siempre.
Hasta pronto.
David Achig Balarezo